La piscina puede ser un espacio
educativo si se abandona la
metodología tradicional del modelo
y los cursillos de natación se
orientan a la implicación del
alumnado en el proceso de
aprendizaje. La clave reside en
aplicar estrategias que guíen hacia
la creatividad y el descubrimiento,
con más de una respuesta posible ...»»»»
La piscina puede ser un espacio
educativo si se abandona la
metodología tradicional del modelo
y los cursillos de natación se
orientan a la implicación del
alumnado en el proceso de
aprendizaje. La clave reside en
aplicar estrategias que guíen hacia
la creatividad y el descubrimiento,
con más de una respuesta posible y
todas ellas válidas, para que todos
los alumnos, al margen de su ritmo
de aprendizaje, participen de una
forma activa.^^^^